965 515 059 - Carrer Rosa Escrig, 6, 03850 Beniarrés infobeniarres@gmail.com

Feria Gastronómica 2017

Dijous 5 d´Octubre.

Pel matí es vendran els tiquets a l’Ajuntament (Horari d´oficina).

Divendres 6 d´Octubre.

Pel matí es vendran els tiquets a l’Ajuntament (Horari d´oficina).

Ruta del tapeo a partir de les 19:00 hores, pels bars del poble.

A les 20:00 hores, s´inauguraran les exposicions. (Bonsais, Bolillos, Pintura)

Dissabte 7 d´Octubre.

Ruta del tapeo durant tot el dia pels bars del poble.

Sobre les 12:00 hores (aprox.), tindrem la visita dels Clubs Vespa de Valencia, Gandia i Alcoi. S´exposaran les vespes al C/Rosa Escrig.

A les 13:30 hores, concurs de Fideuà. Tots els participants que estiguen interessats (tant associacions com particulars) hauran d’apuntar-se a l’Ajuntament.

A les 14:00 hores, degustació de Fideuà.

¨Dinar popular¨, al carrer Doctor Orero, amenitzat per la xaranga.

A les 23:00 hores, al carrer Doctor Orero, Revetla popular el Trio Xenon.

Diumenge 8 d´Octubre.

A les 09:00 hores, hi haurà una petita xerrada del coneixement de les nostres vinyes i farem una ruta d’microvinyes, que finalitzarà amb un esmorzar i un tast de vins. Tots els participants que estiguen interessats hauran d’apuntar-se a l’Ajuntament.

Ruta del tapeo durant tot el dia pels bars del poble.

Sobre les 11:00 hores tindrem a les bolilleres fent-nos una demostració de tot el que saben fer.

En tots els bars es vendran tiquets durant tot el cap de setmana

Barranc de L’Encantà

Barranc de L’Encantà

El barranc de l’Encantà debe su nombre a una leyenda posterior a la Reconquista que el erudito botánico Antonio Cavanilles recoge en su obra Observaciones: “barranco que la credulidad llamó de la Encantada por la piedra circular de unos cinco pies de diámetro, que en forma de ventana cerrada se ve en la garganta del barranco a 20 pies sobre el nivel ordinario de las aguas. En esta fingió el vulgo la boca de cierta mina donde los Moros escondieron sus tesoros y dexáron encantada una doncella, que cada cien años sale para volver á entrar en el mismo día.”

Nace en las proximidades de Beniaia, en la Vall d’Alcalà, discurre por el término de Planes, atravesando una serie de gargantas excavadas en las formaciones calizas de la Sierra de Cantacuc y desfilando hacia Beniarrés enclavado entre las sierras de l’Albureca y del Cantalar en busca del río Serpis, al que tributa sus aguas. En total, l’Encantà recorre más de 8 kilómetros de un barranco agreste, formando un conjunto de gran belleza paisajística y contrastado valor faunístico y botánico.

FAUNA

Alcedo atthisEntre las especies acuáticas más importantes destaca el samaruco (Valencia hispanica), endemismo piscícola valenciano que desapareció del paraje tras la introducción de la trucha arco iris, el barbo mediterráneo (Barbus guiraonis), endemismo ibérico catalogado como especie rara, la gamba de río (Dugastella valentina) endemismo valenciano otrora abundante y también desaparecido del lugar -aunque no de otras fuentes próximas-, la rana común (Rana perezi), endémica de la Península Ibérica, el sapo común (Bufo bufo), la culebra viperina (Natrix maura) y la rata de agua (Arvicola sapidus). Entre la avifauna encontraremos la garza real (Ardea cinerea), la garceta blanca (Casmerodius albus), las pollas de agua(Gallinula chloropus), la lavandera blanca (Motacilla alba), la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), el martín pescador(Alcedo atthis) y, en primavera y verano, el ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) y otros tantos pájaros acompañarán nuestra estancia con sus deliciosos cantos. En las paredes rocosas situadas cerca del río suelen situarse especies interesantes como el gorrión chillón (Petronia petronia), el avión roquero (Riparia riparia), el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), el roquero solitario (Monticola solitarius), el búho real (Bubo bubo), el cernícalo (Falco tinnunculus), el águila perdicera (Hieraetus fasciatus) y un largo etcétera entre los que no pueden faltar diferentes especies de murciélagos. También encontraremos una gran cantidad de fringílidos como verderones, verdecillos, pinzones y jilgueros. Existen también especies mayores, muy interesantes pero difíciles de observar por sus costumbres nocturnas como son la gineta (Genetta genetta), el turón (Mustela putorius), el zorro rojo (Vulpes vulpes) y el jabalí (Sus scrofa).

FLORA ARBÓREA

Arbutus unedoEn cuanto a la vegetación, se trata de la típica vegetación mediterránea: árboles y arbustos en general perennifolios y esclerófilos, es decir, de hojas pequeñas, duras y a menudo espinosas, para ahorrar agua a lo largo del período estival. La estructura de la vegetación varía según su localización, así como de su situación en solana o umbría. Existen algunas pinadas de pino carrasco (Pinus halepensis) de poca extensión, junto con algunos ejemplares de carrasca (Quercus rotundifolia) que, de forma dispersa, aparecen por el paraje recordándonos lo que en otros tiempos fueron extensas formaciones boscosas. Menos abundante es el madroño (Arbutus unedo) cuya población, junto con el cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), está prevista reforzar dentro del Plan de gestión de la Microrreserva de flora de l’Alt de Senabre que linda con l’Encantà. También está prevista la reintroducción del fresno de flor (Fraxinus ornus), árbol caducifolio de hojas compuestas, que antaño existía y actualmente ha desaparecido.

 

FLORA ARBUSTÍFERA

Satureja obovata Entre los arbustos abunda el lentisco (Pistacia lentiscus) y la cornicabra (Pistacia terebinthus). Otros arbustos también abundantes son el enebro (Juniperus oxycedrus), la coscoja (Quercus coccifera), planta próxima a la carrasca pero con hojas de un verde más nítido, la aliaga (Ulex parviflorus), arbusto fuertemente espinoso y con flores de un color amarillo intenso que dan color al paisaje invernal, el brezo (Erica multiflora) de hojas reducidas y flores de color rosa pálido y el palmito (Chamaerops humilis), única palmera autóctona de la Península Ibérica. Otra especie interesante es la sabina (Juniperus phoenicea). En primavera destacan en el paisaje las grandes flores blancas o rosas de las jaras (Cistus albidusCistus salviifoliusCistus monspeliensis). Entre las plantas aromáticas, mayoritariamente de la familia de las labiadas, son abundantes el romero (Rosmarinus officinalis), el tomillo (Thymus vulgaris), la ajedrea (Satureja obovata) y, en menor abundancia, la pebrella (Thymus piperella), especie protegida por ser endemismo ibero-levantino.

Asimismo, en la Microrreserva de flora de l’Alt de Senabre que linda con l’Encantà, se han catalogado 252 especies en apenas 5,61 hectáreas –de las cuales 13 son endémicas, 11 son raras con riesgo menor de extinción, 3 están amenazadas y otras 5 son especies protegidas en el ámbito autonómico–, lo que puede dar una idea de la biodiversidad florística de la zona.

VEGETACIÓN DE RIBERA

Nerium oleanderJunto al cauce aparece otro tipo de vegetación, dependiente del agua: la vegetación de ribera. Entre los árboles destacan el chopo (Populus nigra) y el álamo blanco (Populus alba), los dos caducifolios, fácilmente distinguibles entre sí por las hojas. Aparecen también diversas especies de sauces (Salix eleagnos), así como la abundante adelfa (Nerium oleander), de grandes flores rosadas y venenosa tanto para el hombre como para el ganado. Junto a ésta resulta fácil encontrar el tamarindo (Tamarix gallica), la zarzamora (Rubus ulmifolius), formaciones de caña (Arundo donax). Muy cerca del río aparecen de forma dispersa formaciones de carrizo (Phragmites australis), un tipo de caña no tan alta pero más estilizada que requiere la presencia de agua, al menos de forma estacional, la cola de caballo (Equisetum telmaitea), el yezgo (Sambucus ebulus), la unciana (Dorycnium rectum), el rosal silvestre (Rosa micrantha), la esparraguera (Asparagus acutifolius), el mirto (Myrtus communis), el brusco (Ruscus aculeatus), la carrasquilla (Rubia peregrina), la zarzaparrilla (Smilax aspera) y el durillo (Viburnum tinus). Ocupando el mismo nicho ecológico, en la orilla, es fácil encontrar la enea (Typha dominguensis), con unas largas hojas, siendo muy característica su inflorescencia en forma de puro, y el junco (Schoenus nigricans). También se conocen en la zona varias especies de helechos, como el helecho hembra (Pteridium aquilinum), el polipodio (Poyipodium vulgare) y el culantrillo de pozo (Adiantum capillus-veneris), que vive en ambientes húmedos con goteo de agua.

 


 

Con la intención de regenerar y/o recuperar este interesantísimo patrimonio natural, la Regidoria de Turisme i Medi Ambient elaboró una Memoria descriptiva y encargó la redacción de un Proyecto de restauración medioambiental del barranc de l’Encantà con el que se solicitó a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que autorizase la actuación propuesta. Este proyecto trata de ordenar y compatibilizar los usos sociales que tradicionalmente se han desarrollado en la desembocadura de este paraje con la recuperación y potenciación de sus valores naturales. Así, a la propuesta de su total peatonalización se suma la creación de una zona de recepción y amortiguación, la ordenación y adecuación de los accesos y sendas, la prohibición de acampar o prender fuegos, el reforzamiento de las especies amenazadas y la reintroducción de las desaparecidas, así como la redacción de un Plan de gestión integral que compatibilice y complemente sus usos con los de la Microrreserva de flora de l’Alt de Senabre.

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Cova de L’Or

Cova de L’Or

EL TIEMPO DE LOS PRIMEROS AGRICULTORES Y PASTORES

Las campañas de excavación

Cova de L'OrLa Cova de l’Or se abre en la vertiente meridional de la Serra del Benicadell, dominando el valle del río de Alcoi. Es una cueva con excelentes condiciones de habitabilidad que acogió uno de los grupos de agricultores y ganaderos pioneros de origen mediterráneo que se expandieron por nuestras tierras desde mediados del VI milenio antes de Cristo (5600 a.C.).

Las primeras noticias como yacimiento arqueológico son de 1933, fecha en que R. Pardo realizó algunas catas. Explorada de nuevo por el Museu d’Alcoi, en 1955 empezaron las campañas de excavación del Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia, al frente de las que estaban J. San Valero y V. Pascual, quien las continuaría de 1956 a 1958.

Cova de L'OrLa riqueza y la importancia del yacimiento, en especial sus cerámicas decoradas mediante la impresión del borde de una concha de Cardium, lo convirtieron rápidamente en clave para la investigación del Neolítico valenciano. Los cereales carbonizados fueron datados por el método del C14, con resultados que alcanzan la fecha del 5550 antes de Cristo, estableciendo el horizonte inicial de la agricultura y la ganadería en la península Ibérica.

Cova de L'OrNuevas campañas de excavación y una investigación interdisciplinar fueron reanudadas en 1975 también por el SIP, ahora bajo la dirección de V. Pascual y B. Martí, hasta 1985.

LA VIDA COTIDIANA EN LA COVA DE L´OR

Cuando llegan los primeros grupos neolíticos al valle de Perputxent se había alcanzado el clímax en temperatura y en humedad del período Atlántico. Unas condiciones que potenciaron el esplendor del bosque mediterráneo de carrascas, coscojas y madroños, entremezclado con los árboles caducifolios como quejigos, arces, fresnos, cerezos y espinos. En la solana del Benicadell se protegerían las especies más cálidas como el acebuche y el lentisco, o las más frugales como el pino blanco, los romeros y las jaras.

Paisaje

Hacia el 5600 antes de Cristo este paisaje empieza a sufrir una profunda transformación y la Cova de l’Or nos habla de la huella de los grupos humanos. Las actividades productivas de las sociedades neolíticas reducirán el bosque para implantar pastos y campos de cultivo. Los restos carbonizados muestran el cultivo de cereales como el trigo y la cebada, y de leguminosas como las habas, lentejas o guisantes. Por lo que respecta a los animales domésticos, el predominio de la oveja es muy llamativo, con un número reducido de cabras. El cerdo está bien representado y de forma escasa el toro y el perro.

El modo de vida agricultor requiere fabricar un nuevo ajuar doméstico, del que forman parte los vasos cerámicos que se emplean para cocinar y para almacenar. Las hojas de sílex son utilizadas como cuchillos, o bien como elementos de hoz. Las hachas realizadas mediante pulimento sirven para el trabajo de la madera. Y las cucharas de hueso nos confirman los cambios en las costumbres alimentarias, ahora basadas en cereales y legumbres.

CERÁMICA, ARTE Y RELIGIÓN.

CerámicaArteLa agricultura empieza a desarrollarse en el Próximo Oriente desde el décimo milenio antes de Cristo. Con aquel lejano origen las comunidades neolíticas van expandiéndose y, a través de la península de Anatolia, se extienden por los Balcanes y por las riberas del mar Egeo bien avanzado el séptimo milenio. Son pequeñas comunidades que viven en poblados de una decena de cabañas y que, al crecer el número de las familias que las componen, ocupan nuevos territorios.
En las tierras del occidente mediterráneo estos grupos neolíticos reciben el nombre de Cultura de las Cerámicas Impresas, de acuerdo con la decoración de sus vasos hecha por la impresión de la concha de Cardium. La reciente investigación sobre la Cova de l’Or ha permitido determinar que la rica decoración de la cerámica impresa contiene un amplio repertorio de motivos antropomorfos que se relacionan con las pinturas rupestres, singularmente las de los abrigos del Pla de Petracos en Castell de Castells y de la Sarga en Alcoi. Eso nos confirma que las primeras comunidades neolíticas fueron las autoras de aquellas pinturas rupestres y que, de acuerdo con el tema central de la figura humana con los brazos alzados, las pinturas y los vasos tendrían una finalidad religiosa.

la Cova de L’or. Museo de sitio from MARQ Arqueológico de Alicante on Vimeo.

HORARIO DE VISITAS 
visitas concertadas
Teléfono: 965 51 50 35  /  965 51 50 59

Texto y coordinación
Bernat Martí Oliver

Ajuntament de Beniarrés y MARQ
con la colaboración del
Museu de Prehistòria de València y Museu Arqueològic Municipal d’Alcoi

Ubicación en el mapa

Paraje Protegido del Serpis

Paraje Protegido del Serpis

El tramo del río Serpis comprendido entre Beniarrés y Villalonga actúa, junto con su entorno, como elemento de conexión entre la montaña y la costa en el límite de las provincias de Valencia y Alicante. Se trata de un excepcional mosaico de hábitats y de paisajes que sintetiza, como pocos territorios valencianos, las características básicas y las peculiaridades de la montaña mediterránea. La zona posee cualidades geomorfológicas que la hacen merecedora de especial atención. En algunos tramos la acción erosiva secular del río ha dado lugar a espacios singulares como el barranc de l’Encantà y el Estret del Infern-Racó del Duc. Este desfiladero entre las sierras de Safor y de Cuta ha dejado visible los elementos geomorfológicos, configurando un paisaje de gran valor por su singularidad y su accesibilidad desde la antigua vía del ferrocarril Alcoy-Gandia. Esta línea en desuso es, en la actualidad, uno de los mayores atractivos de la zona, con grandes posibilidades para el uso público ordenado del medio natural y el disfrute de los paisajes.
Los diversos ambientes montañosos y fluviales propician una gran variedad de hábitats. Encontramos desde retazos importantes de bosque mediterráneo en buen estado a notables bosques de ribera. Existen especies faunísticas acuáticas de gran interés, acompañadas de aves, mamíferos y otros vertebrados de especial relevancia, algunos de ellos escasos en la Comunitat Valenciana. Se trata de un espacio con un paisaje excepcional y unos notables valores ecológicos y geomorfológicos.
Existen también elementos arquitectónicos de gran valor histórico vinculados al paisaje, como es el legado de ingeniería que dejó el ferrocarril (puentes, mampuestos y túneles), el castillo de Perputxent, los molinos de finales del siglo XIX, los azudes y las pequeñas centrales hidroeléctricas.
Esta interacción histórica entre el medio físico natural y la actividad humana a lo largo de los siglos, caracteriza el paisaje y la zona de influencia que ahora se protege en aras de procurar su conservación y gestión racional. El régimen de gestión del espacio protegido propugna el uso sostenible de los recursos naturales del río Serpis y su paisaje asociado, cuyos criterios de conservación quedarán fijados mediante la redacción del correspondiente Plan rector de uso y gestión que comporta la declaración de Paisaje Protegido del Serpis aprobada el 13 de abril de 2007.

Paisaje Protegido de La Solana del Benicadell

Paisaje Protegido de La Solana del Benicadell

De recio y vigoroso relieve, el Benicadell se eleva hasta los 1.104 metros y se extiende a lo largo de unos veinticinco kilómetros en dirección nordeste-sudoeste, alzándose sobre un despejado paisaje entre los dilatados valles de Albaida y del Comtat. Su núcleo principal está adscrito a los términos municipales de Muro, Gaianes, Beniarrés y l’Orxa, en lo relativo a la vertiente de la solana. Por el Este, la sierra de Benicadell se extingue en los barrancos por los que discurre el río Serpis, concretamente en el barranc de l’Infern de l’Orxa; por el Oeste, alcanza hasta el Pou Clar de Ontinyent, en la Serra de Agullent. Se trata de una sierra cuya destacada y alargada mole dibuja una hermosa silueta reconocible a grandes distancias, delineada por una prolongada y elegante crestería de caliza grisácea coronando su cima. Así, su orientación de poniente a oriente y sus abruptas vertientes determinan una clara diferenciación climática e hidrológica.

La Serra de Benicadell es un espacio utilizado desde tiempos prehistóricos como hábitat de grupos humanos, que encontraron en sus cuevas y laderas un lugar de refugio y caza. El yacimiento prehistórico más destacado en la zona es la Cova de l’Or (Beniarrés), del neolítico inferior (6.000 a.C.), punto de referencia mundial por la importancia de los materiales localizados que marcaron el destino de una nueva época: el nacimiento de la agricultura en el Mediterráneo occidental. Otros yacimientos destacados son la Cova del Moro (Muro), la Cova Negra (Gaianes) y el Sercat (Gaianes), poblado del II milenio a.C. La cultura islámica también dejó su impronta en la sierra, destacando el asentamiento del Alto de la Nevera (Gaianes), donde se cree que en el año 1092 el Cid fortificó un castillo de origen árabe existente en lo alto de “la Peña Cadiella” –como así la refiere el Cantar del Mío Cid-. En el Benicadell existen, además, varias cavas de nieve.

 

Ya en el siglo XVI, la presión demográfica forzó el abancalamiento de sus laderas hasta cotas difícilmente imaginables, que se fueron compaginando con otros usos tradicionales de la sierra, como fueron la explotación maderera, la extracción de leña y la apicultura.
Por otra parte, el Benicadell es un clásico del montañismo y de la educación ambiental, siendo el referente de numerosos escaladores que encuentran en ella la fascinación de las grandes montañas, con su larga fachada rocosa y almenada por una recortada y esbelta cresta, y enriquecido por parajes de profundo significado social y cultural.
En definitiva, la Solana del Benicadell es un paisaje en cuya conformación tiene mucho que ver la acción humana a lo largo de la historia, que ha configurado ambientes nuevos y diversos.
 Atendiendo a consideraciones en todo equiparables a las anteriores, la vertiente norte de esta sierra, situada en la provincia de Valencia, fue declarada Paisaje Protegido por el Consell de la Generalitat, con la denominación de “Ombria del Benicadell”. El Paisaje Protegido de la Solana del Benicadell completa la protección del macizo montañoso en la vertiente incluida en la provincia de Alicante, por lo cual ambas iniciativas de protección son complementarias y se refuerzan mutuamente.

“La majestuosa sierra de Benicadell se yergue con fuerza en el paisaje, coronada por su elegante cresta rocosa reconocible a grandes distancias: sus perfiles, según las distintas vertientes, son facetas de una misma montaña, que es siempre la misma y diferente. La nítida morfología amurallada del largo dorsal orientado hacia el todavía distante mar, separa con sus espadines calizos dos comarcas naturales, dos amplios valles profundamente marcados por la milenaria intervención del hombre, la Vall d’Albaida y la Foia del Comtat, a la vez que sirve a una convencional frontera provincial entre Valencia y Alicante”

Rafael Cebrián. “Por las cumbres de la Comunidad Valenciana: 50 montañas escogidas”