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Paisaje Protegido de La Solana del Benicadell

Paisaje Protegido de La Solana del Benicadell

De recio y vigoroso relieve, el Benicadell se eleva hasta los 1.104 metros y se extiende a lo largo de unos veinticinco kilómetros en dirección nordeste-sudoeste, alzándose sobre un despejado paisaje entre los dilatados valles de Albaida y del Comtat. Su núcleo principal está adscrito a los términos municipales de Muro, Gaianes, Beniarrés y l’Orxa, en lo relativo a la vertiente de la solana. Por el Este, la sierra de Benicadell se extingue en los barrancos por los que discurre el río Serpis, concretamente en el barranc de l’Infern de l’Orxa; por el Oeste, alcanza hasta el Pou Clar de Ontinyent, en la Serra de Agullent. Se trata de una sierra cuya destacada y alargada mole dibuja una hermosa silueta reconocible a grandes distancias, delineada por una prolongada y elegante crestería de caliza grisácea coronando su cima. Así, su orientación de poniente a oriente y sus abruptas vertientes determinan una clara diferenciación climática e hidrológica.

La Serra de Benicadell es un espacio utilizado desde tiempos prehistóricos como hábitat de grupos humanos, que encontraron en sus cuevas y laderas un lugar de refugio y caza. El yacimiento prehistórico más destacado en la zona es la Cova de l’Or (Beniarrés), del neolítico inferior (6.000 a.C.), punto de referencia mundial por la importancia de los materiales localizados que marcaron el destino de una nueva época: el nacimiento de la agricultura en el Mediterráneo occidental. Otros yacimientos destacados son la Cova del Moro (Muro), la Cova Negra (Gaianes) y el Sercat (Gaianes), poblado del II milenio a.C. La cultura islámica también dejó su impronta en la sierra, destacando el asentamiento del Alto de la Nevera (Gaianes), donde se cree que en el año 1092 el Cid fortificó un castillo de origen árabe existente en lo alto de “la Peña Cadiella” –como así la refiere el Cantar del Mío Cid-. En el Benicadell existen, además, varias cavas de nieve.

 

Ya en el siglo XVI, la presión demográfica forzó el abancalamiento de sus laderas hasta cotas difícilmente imaginables, que se fueron compaginando con otros usos tradicionales de la sierra, como fueron la explotación maderera, la extracción de leña y la apicultura.
Por otra parte, el Benicadell es un clásico del montañismo y de la educación ambiental, siendo el referente de numerosos escaladores que encuentran en ella la fascinación de las grandes montañas, con su larga fachada rocosa y almenada por una recortada y esbelta cresta, y enriquecido por parajes de profundo significado social y cultural.
En definitiva, la Solana del Benicadell es un paisaje en cuya conformación tiene mucho que ver la acción humana a lo largo de la historia, que ha configurado ambientes nuevos y diversos.
 Atendiendo a consideraciones en todo equiparables a las anteriores, la vertiente norte de esta sierra, situada en la provincia de Valencia, fue declarada Paisaje Protegido por el Consell de la Generalitat, con la denominación de “Ombria del Benicadell”. El Paisaje Protegido de la Solana del Benicadell completa la protección del macizo montañoso en la vertiente incluida en la provincia de Alicante, por lo cual ambas iniciativas de protección son complementarias y se refuerzan mutuamente.

“La majestuosa sierra de Benicadell se yergue con fuerza en el paisaje, coronada por su elegante cresta rocosa reconocible a grandes distancias: sus perfiles, según las distintas vertientes, son facetas de una misma montaña, que es siempre la misma y diferente. La nítida morfología amurallada del largo dorsal orientado hacia el todavía distante mar, separa con sus espadines calizos dos comarcas naturales, dos amplios valles profundamente marcados por la milenaria intervención del hombre, la Vall d’Albaida y la Foia del Comtat, a la vez que sirve a una convencional frontera provincial entre Valencia y Alicante”

Rafael Cebrián. “Por las cumbres de la Comunidad Valenciana: 50 montañas escogidas”

Microrreserva de Flora del Alt de Senabre

Microrreserva de Flora del Alt de Senabre

Desde el 16 de enero de 2007, Beniarrés cuenta con su primer espacio protegido. Se trata de la Microrreserva de flora de l’Alt de Senabre, que incluye los terrenos públicos de Fantaquí, cova dels nou forats y corralets de l’Encantà. En apenas 5,61 hectáreas se han censado más de 250 especies, lo que puede dar una idea de la biodiversidad que atesora el paraje. Entre la flora protegida se encuentran especies endémicas, exclusivas, raras y/o amenazadas, motivo por el cual la Consellería de Territorio, basándose en el Informe botánico redactado al efecto, ha aceptado la petición de la Regidoria de Medi Ambient de nuestro Ayuntamiento en cuanto a la conveniencia de proteger este espacio natural.

Este reconocimiento supone la puesta en marcha de un Plan de gestión para la microrreserva, que incluye la señalización de sus límites, el establecimiento de carteles informativos, la adecuación de una senda, la reintroducción y/o reforzamiento de ciertas especies arbóreas como, entre otras, la carrasca, el madroño o el fresno, así como la creación de un banco de semillas.
Endemismos ibero-levantinosRiesgo menor de extinciónEspecies vulnerables
Arenaria levantinaArenaria levantinaBiscutella montana
Arenaria montanaCentaurea spachiiBiscutella stenophylla
Biscutella montanaCentaurium quadrifoliumSarcocapnos saetabensis
Biscutella stenophyllaHelianthemum origanifoliumEspecies protegidas
Centaurea spachiiHypericum ericoidesChamaerops humilis
Chaenorrhinum origanifoliumPhlomis crinitaHypericum ericoides
Galium lucidumRhamnus lycioidesPholomis crinita
HelianthemumÿoriganifoliumSaxifraga corsicaTeucrium buxifolium
Rhamnus lycioidesTeucrium buxifoliumTeucrium homotrichum
Sarcocapnos saetabensisTeucrium capitatum
Saxifraga corsicaTeucrium homotrichum
Sideritis tragoriganum
Teucrium buxifolium

Pantano de Beniarrés

Pantano de Beniarrés

El embalse de Beniarrés, de propiedad estatal, comenzó su construcción en la década de los 40′ con la finalidad de regar las huertas y, fundamentalmente, los cultivos de naranjos existentes en la comarca de la Safor. Posee una presa de gravedad de 53 metros de altura y una lámina de agua de 260 hectáreas, que le permite embalsar hasta 31 Hm3. El aliviadero, de compuertas, permite desaguar hasta 1000 m3 por segundo.

Aguas arriba del embalse, el fuerte asentamiento poblacional e industrial (textil y papeleras) provoca elevados índices de contaminación en sus aguas y sedimentos, por lo que el embalse presenta niveles muy altos de eutrofización, anoxia (ausencia de oxígeno) e incluso emanaciones de ácido sulfhídrico en época estival. Se estima que el 80 % del caudal que llega hasta el embalse proviene de las depuradoras existentes aguas arriba, y aunque existe un Plan de depuración de aguas, parece que éste no se muestre lo efectivo que sería de esperar. Por este motivo, se ha solicitado en repetidas ocasiones que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) realice una Auditoría medioambiental de sus aguas y sedimentos, así como que elabore un Programa de actuaciones con la finalidad de conseguir, dentro del plazo, los objetivos que recoge la Directiva 2000/60/CE en cuanto a la calidad de los recursos hídricos.

 El entorno natural, sin embargo, resulta muy agradable a la vista, razón que refuerza el convencimiento de que el área de influencia del embalse posee un enorme potencial turístico y deportivo. Confiamos en que la CHJ tome conciencia de los riesgos que para la salud pública y medioambiental suponen los niveles de contaminación alcanzados, y asuma sus responsabilidades con la rapidez y la diligencia que sería deseable de un Ministerio de Medio Ambiente. Desde la Regidoría de Turisme i Medi Ambient del Ayuntamiento de Beniarrés existe el firme compromiso de exigir que así sea.

Vía verde del Serpis

Vía verde del Serpis

Desde nuestra ya lejana infancia vimos recorrer por campos y huertas de nuestros pueblos y ciudades la figura oscura y elegante del tren Alcoi-Gandia. Vivió a través de los años los avatares de su época, revueltas, guerras y hambre. Aquel que nuestros padres y abuelos llamaban el tren de los ingleses, el del estraperlo, del aceite y del vino, de la carbonilla y la harina, el del “cagaferro” con el que improvisábamos nuestros belenes…”

José Morales Ferrándiz (Presidente de la Asociación del tren Alcoi-Gandia)


“En Valencia, antes de llegar a Gandía, me dijo el cónsul inglés Mr. Stanley Weyman que la zona por donde se pretendía realizar el trazado de la vía se llamaba el barranco del Infierno. Confieso que me sentí preocupado. Imaginé por un momento un paraje lleno de demonios, pero a los pocos días de comenzar las prospecciones comprendí que estaba en un error. Aquellas eran gentes abiertas, generosas y bien humoradas, dispuestas a ayudar; y aunque hablaban una lengua llamada valenciano que no era español ni inglés, nos entendimos sin grandes problemas gracias a la buena voluntad de todos.

En poco tiempo me enamoré del barranco del Infierno, un infierno de ángeles que, además, me enseñaron a saborear todas las delicias de la vida mediterránea. He de reconocer, sin embargo, que nunca pude acostumbrarles a tomar el té de las cinco.”

Mr. Philip P. Ayres (Ingeniero proyectista de la vía férrea Alcoy-Gandia)


En 1889, la compañía inglesa “Alcoy and Gandia Railway and Harbour Company Limited” construyó la línea férrea que uniría las poblaciones de Alcoy y Gandia. Lo hizo en apenas dos años. El primer convoy promocional recorrió el trayecto el 18 de julio de 1892, si bien hasta principios del siguiente año no circularon con regularidad los trenes. A partir de entonces funcionó un medio de comunicación y transporte de gran importancia en la historia de nuestras comarcas. Durante los primeros años se bajaron mercancías para la exportación (papel, tejidos, aceite, frutas y verduras) y se subieron productos –fundamentalmente de importación inglesa– como carbón, sal, maderas, tabaco… No obstante, el tráfico de viajeros también fue en aumento. Durante la primera década del siglo XX se construyeron otras líneas de ferrocarril que entroncaron con ésta: la línea Carcaixent-Gandia que llevaban productos agrícolas desde la Valldigna y la Ribera hacia el puerto de Gandia, y la línea Villena-Alcoi-Yecla que entró en funcionamiento el 20 de diciembre de 1909 y enlazaba con el ferrocarril Alcoi-Gandia en la estación de Muro. Durante la guerra civil y la posguerra, aparte de los daños que causaron los bombardeos al puerto de Gandia –del cual dependía la línea férrea–, las estaciones sirvieron para el estraperlo de productos básicos ante la enorme escasez que se vivió en la época. Sin embargo, con la mejora económica producida en España al final de la década de los 50, el transporte de viajeros hacía la playa de Gandia adquirió cierta importancia. Fueron apenas unos años porque el transporte por carretera comenzaría a ganarle la partida al ferrocarril, suponiendo el final de esta línea y de otras muchas que también desaparecieron a lo largo de la geografía española. En 1965, la compañía desapareció y la línea pasó a depender de F.E.V.E. (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha). Finalmente, el 30 de abril de 1969 la línea fue clausurada y, al año siguiente, se desmantelaron todas las instalaciones y las estructuras metálicas se vendieron al peso. El puente de hierro que salvaba el río Agres –en Muro– que medía 132,65 metros y pesaba 150.620 kg, y que en su época fue considerada la obra más importante de toda la provincia, se subastó por un importe de 700.000 pesetas para destinarlo como chatarra.

Así, las circunstancias geopolíticas y socioeconómicas que propiciaron la construcción de una línea férrea entre Alcoy y Gandia a finales del siglo XIX han derivado en que, ya en el siglo XXI y con la línea en desuso, los 53 kilómetros de plataforma del antiguo ferrocarril aguarden con impaciencia una propuesta de actuación clara que la saque del olvido en la que se encuentra sumida actualmente. Desde la Regidoria de Turisme i Medi Ambient de nuestro Ayuntamiento se ha redactado un anteproyecto constructivo  con la finalidad de que los Organismos públicos se planteen con seriedad su acondicionamiento como vía verde.

PERICANA

PERICANA

Ingredientes:

  • Pimientos secos de la temporada
  • Bacalao (un lomito)
  • Buen aceite de oliva

Preparación:

Paso 1: Se fríen en abundante aceite los pimientos. Es importante aplastarlos con la espumadera al tirarlos a la sartén, por lo tanto es aconsejable no freír mas de dos a la vez.
Se dejan dorar, pero !ojo ! son muy delicados y no deben quemarse ni quedar algo crudos pues entonces no se vuelven crujientes.

Paso 2: Se dejan enfriar bien, mientras tanto se asan las mollas del bacalao a la llama, si hay brasas mucho mejor. Se desmiga lo mejor posible, a continuación se trituran bien los pimientos y se mezclan con el bacalao, se añade abundante aceite de oliva y esta listo para comer.

La variante ilicitana es que en lugar de pimientos lo hacen con ñoras

Blat Picat

Blat Picat

Ingredientes:

  • – 250 gramos de trigo picado
  • – 100 gramos de garbanzos, remojados de la víspera.
  • – Pencas o cardos
  • – acelgas
  • – 1 navicol
  • – 1 patata
  • – carne de cerdo y tocino fresco
  • – 1 puñado de caracoles
  • – sal
  • – aceite

Preparación:

  1. Excepto la patata, pondremos todo a cocer en una olla grande durante un tiempo no inferior a tres horas con fuego medio y sin removerlo.
  2. Cuando nos parezca cocido, probamos y ajustamos de sal y añadimos las patatas a tacos gruesos.
  3. Ajustar la cocción para que cuando estén las patatas quede un poco espeso.
  4. Se sirve caliente.
  5. En algunos lugares, se sustituyen los garbanzos por habichuelas o por arroz.
  6. Las variaciones, al gusto.

Corpus

Corpus

Fiesta de gran tradición en Beniarrés. La víspera, a las 24:00, gran verbena popular. La procesión del Corpus tiene una belleza, un colorido y una solemnidad especiales. Acompañan la custodia bajo palio el pueblo devoto y los niños que días antes han recibido la primera comunión. En determinados tramos de la procesión se instalan altares provisionales, bellamente adornados de plantas y flores, que obligan al oficiante a detenerse, depositar la custodia y bendecir allí a todos los presentes.