Pantano de Beniarrés
El embalse de Beniarrés, de propiedad estatal, comenzó su construcción en la década de los 40′ con la finalidad de regar las huertas y, fundamentalmente, los cultivos de naranjos existentes en la comarca de la Safor. Posee una presa de gravedad de 53 metros de altura y una lámina de agua de 260 hectáreas, que le permite embalsar hasta 31 Hm3. El aliviadero, de compuertas, permite desaguar hasta 1000 m3 por segundo.
Aguas arriba del embalse, el fuerte asentamiento poblacional e industrial (textil y papeleras) provoca elevados índices de contaminación en sus aguas y sedimentos, por lo que el embalse presenta niveles muy altos de eutrofización, anoxia (ausencia de oxígeno) e incluso emanaciones de ácido sulfhídrico en época estival. Se estima que el 80 % del caudal que llega hasta el embalse proviene de las depuradoras existentes aguas arriba, y aunque existe un Plan de depuración de aguas, parece que éste no se muestre lo efectivo que sería de esperar. Por este motivo, se ha solicitado en repetidas ocasiones que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) realice una Auditoría medioambiental de sus aguas y sedimentos, así como que elabore un Programa de actuaciones con la finalidad de conseguir, dentro del plazo, los objetivos que recoge la Directiva 2000/60/CE en cuanto a la calidad de los recursos hídricos.
El entorno natural, sin embargo, resulta muy agradable a la vista, razón que refuerza el convencimiento de que el área de influencia del embalse posee un enorme potencial turístico y deportivo. Confiamos en que la CHJ tome conciencia de los riesgos que para la salud pública y medioambiental suponen los niveles de contaminación alcanzados, y asuma sus responsabilidades con la rapidez y la diligencia que sería deseable de un Ministerio de Medio Ambiente. Desde la Regidoría de Turisme i Medi Ambient del Ayuntamiento de Beniarrés existe el firme compromiso de exigir que así sea.